El reportaje de la Primera Comunión es de gran importancia para aquellos padres que están recopilando un recuerdo gráfico de sus hijos con el paso de los años. Los crios van creciendo y dentro de poco ya serán preadolescentes, con lo que la niñez está llamando a su fin. Así que esta es, quizás, la última oportunidad de que se dejen hacer un reportaje fotográfico.

Muchos padres vienen al estudio diciéndome "no, si yo solo quiero unas pocas fotos para recordar ese día"... y está bien, y lo podemos hacer, pero creo que el error es no darse cuenta de que lo que van a recordar en el futuro no es "ese día", lo que van a recordar es "a su hijo o hija". Cómo era, cómo sonreía, si era muy serio o muy risueño, si llevaba gafas, si tenía muchas pecas, el pelo rojizo o rubio como su madre... de ahí la importancia de este reportaje.

En el mercado fotográfico hay distintas opciones de reportaje según la zona donde vivas, pero principalmente son tres:

A.- Un reportaje antes de la ceremonia, con suficiente antelación para tenerlo ese día y poder mostrarlo a los invitados.

B.- Un reportaje el día de la ceremonia en la propia iglesia, que lo hará el fotógrafo designado por la parroquia, para evitar aglomeración de fotógrafos.

C.- Un reportaje unos días después de la ceremonia, o bien porque no dió tiempo a hacerlo antes por diversos motivos, o bien porque se hace en exteriores y ya no tendremos el hándicap de que el traje o vestido se ensucie o rompa para el día de la ceremonia.

Nosotros hacemos tanto la opción A como la C. Bueno, realmente hay una cuarta opción, cada vez más en auge, que es hacer el estudio antes de la ceremonia para tener algunas fotos para regalar ese día, o bien para confeccionar un libro de firmas personalizado con fotos, recordatorios, fotoacabados, etc., y posteriormente hacer el exterior para completar el reportaje fotográfico con ambas opciones.

En cualquier caso, es muy importante saber elegir al fotógrafo para este último reportaje de la infancia de vuestros hijos. Hacer una buena foto es muy fácil; saber cómo hacerla no tanto. Y si contratas a un fotógrafo que sabe cómo hacerlas tendrás no una, sino un reportaje completo de buenas fotos que mostrarás con orgullo a tu familia y amigos.

Alrededor de este gran día hay una infinidad de gastos, algunos muy cuantiosos e incluso desorbitados. Pero hay un concepto que no deberías considerar un gasto, sino una inversión, y no es otro que el reportaje fotográfico, porque estarás invirtiendo en la alegría que os dará verlo en el futuro. Porque las fotos estarán ahí de por vida, transportandoos cada vez que las veáis a ese día, a esa felicidad, a esos momentos irrepetibles junto a vuestro niño o niña.

Mis fotografías formarán parte de vuestra vida y, cuando dentro de unos años las volváis a ver, recordaréis los momentos vividos y será en ese preciso instante cuando mis fotos cobrarán su verdadero significado.

Pepe y Belén.